(Y por si alguien quiere conocer a mi donador de manos les presento a Juan Tiburcio, momentos antes de que mi cirujano, el Dr. del Villar le contara con una navaja de sacapuntas sus manitas) que a fuerza de ser sinceros aún no me adapto, pero en fin, de eso a nada pos mejor manitas de Juan Tiburcio, ¡¡¡¡ MUCHAS GRACIAS JUAN TIBURCIO!!!!, Haciendo a un lado ese detalle estoy de vuelta para platicarles de tres compas que me he topado y que a fuerza de ser sinceros se merecen un espacio por lo personajes que son, empecemos con distinguido: Terapias:
Era uno de esos días a mitad de quincena, días en los que me caracterizo por traer muy poco varo en mis pantaloncitos, y pues me veo obligado a tomar el popular transporte público muy a mi pesar, y no es que no me lata, pero pasadas las 6 de la tarde, con lluvia y en día laboral la ciudad de México se convierte en una reverenda mentada de madre, pero no había de otra y pos a aventar carrocería con tal de irme sentado, tons llegó una combi en la cual caben máximo 12 personas y la esperaban más de 60, momento para olvidarnos de la civilidad y a luchar como cavernícolas por un pinche lugar, que a Dios gracias obtuve en la parte delantera, copiloteando al chofer, el chofer que media hora después me enteré le decían el "Terapias"... Y sin un pedo hizo honor a su apodo... Y es que ya saben, de la nada empiezan los chafiros a decir tarugadas al por mayor, uno que tiene la más básica educación por cortesía les hace segunda con monosílabos que entrelíneas tiran un claro mensaje: ¡mano, neta me vale madre tu pinche platica!, ya saben el: "ah, ora, ja, si, no, uy, zas" y cosa por el estilo... Cosa que el "Terapias" ve como una oportunidad para decirme: -Ahorita voy aiiii con uno de los dirigentes de la ruta pa romperme la madre porque quieren bajar el pasaje a 2.50... Y tú fingiendo interés dices: ¿No?... Un "no" que el Terapias parece escuchó como un: ¡¡¡¡Cuéntamelo todoooooo!!!!!... Y sin decir agua va el Terapias pasó de ser un simple líder de su ruta que a la menor provocación reaccionba con un: -"Pues como vas déjate venir puto, chingo a mi madre si no te parto el hocico" hasta un hombre que vivió 4 años de la política haciendo campaña a favor de Labastida en los estados de Hidalgo y Veracruz sintiéndose orgulloso por todassss las tranzotas que hacía, me platicaba con el pecho por todo lo alto que de sueldo base ganaba 4 mil pesos y de lo se clavaba salían hasta 12 varos al mes, que el calificaba con un: "A todísima madreeeee"... Tons el Terapias empezó a ganar mi respeto cuando de repente y sin pensarlo empezó a hacer referencia del socialiamo de Marx, de Engels de los círculos políticos que formaban en la UNAM, porque como él decía: "A mí me encanta andar en el desmadre"... Hasta se autonombró como uno de los principales cabecillas de la toma de la UNAM en el 2001, en donde sin empacho me contó, como secreto de estado teniendo a su volante como testigo que realmente lo que se estaba haciendo era un movimiento del pueblo, la gente de la central de abastos les daban víveres pero fue el PRD el que con su dinero echó a perder la esencia del movimiento.
Tiempo después, par de semanas cosa por el estilo vi en varias combis un letrero en amarillo que decía: PASAJE MÍNIMO 2.50... Creo que el Terapias perdió otra de sus batallas.
Personaje 2: "El fisgón morbosón": Esta es una de cal por otra de arena, se las dejo ir, ya saben los inicios ordinarios de mis anécdotas, copia fiel de mi vida, o sea, sin ser fatalista pero pos siempre voy del trabajo a mi casa y de mi casa al trabajo, como cualquier hijo de la clase media sin acceso al entretenimiento burgués, en fin, menos tirarnos al suelo como cerdos y más historia de esta chula ciudad, pues nada, ahí me tienen trepado en el metro yendo directo a mi trabajo pa hacer recetas y cosa bonita por el estilo, nada nuevo, si en la tarde ta pa surrarse el metro por las mañanas no se cantan mal las rancheras, y pues acá su servidor estaba tomando su clásica lectura del Record para estar al día de los temas de actualidad que realmente interesan al país, taba clavado en el chisme de lo jija que es la Valeria Liberman con el pobre uniceja del Cristian Castro que me lo quiere dejar en purititos calzones... De repente el metro se paró un buen rato en la estación Zapata, ya pasados los dos minutos ahí paradotes su muy humilde servidor empieza a sentir claustrofobia dos tres mecolín, pero aguanto, tons de repente una nena tipo cara de huele pun se bajo de sopetón del metro, claro, cabe hacer mención que las puertas taban abiertas, pero si era raro que se bajara tan de pronto, pasó minuto y medio de que la nena cara de huele pun se bajó, que sumado a lo que ahí llevabamos parados ya eran algo así como groseros 5 minutos, pero la nena no venía sola, estaba acompañada por un representante de la autoridad de unos 110 kilos de peso, zapato suela desgastada y una mirada que no era otra más que la de un brazo ejecutor con licencia para detener a esos pequeños infractores que abundan en esta ciudad. Ya saben, el morbo se apoderó del vagón, no era común ver a un legítimo representante del órden lejos de un torniquete en donde parece su función se limita a ver que el boleto entre bien para tener acceso al metro, pero NOOOO, este era diferente, venía con la firme convicción de detener al FISGÓN MORBOSON, es correcto, el policía se abrió paso entre los pasajeros, llegó con un tipo que estaba sentado en el piso recargado en la puerta y con su voz de charro amarillo dijo: "A ver, amigo, aquí la señorita dice que usted le está tomando fotos"... Todo el vagón empezó a ser una sucursal de la caldera del diablo, todos queríamos quemar vivo a ese deprabado, no sin antes ver las fotos que tomó, el FISGÓN MORBOSÓN como si el oficial hubiese hablado en chipriota sólo dijo: ¿eh?... Entonces el oficial dió paso a la acción número 2: levantar al pequeño infractor del suelo con un: "a ver, acompáñame, amigo"... El policía tomó por el brazo al muchacho, éste se paró y lo careó frente a la niña ofendida, para ese momento el pasillo se había convertido en un juzgado en donde el triángulo: acusada "me vieron los calzones - digno representante de la ley - acusado "le vi los calzones", tenían puesta toda nuestra atención a tan densa situación, el policía le reiteró los cargos: "la dama aquí presente dice que le estabas tomando fotos "dolosas", la muchacha con las leyes de su lado pero con un tibio: "sí, no te hagas, que le enseñe su cel" reforzó la acusación... El policía atendió la demanda de la señorita, incautó el celular y tal cual hubiese agarrado un erizo o alguno de esos animales extraños el poli vió con ojos de "y ora esto como chingados se prende" el celular del fisgón, el policía de pensamiento ágil y para no evidenciar su ignoracncia y no ver reducida su autoridad a risas dijo: "Acompañáme, amigo"... Desde ese día al pasar por metro Zapata todos apagan su cel como haciendo patente su respeto a esa fugurota de autoridad que metió en cintura al Fisgón morbosón...
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