Porque el pueblo así lo demanda me dejo venir con una aventura más del gran Danny Penetrón, el Angelo Pepeto Bonavena "azote de las nenas" de barrio bajo.
Para quien no ubica al gran Danny Penetrón porque no ha escuchado de sus aventuras o le dio hueva leer mi blog pasado, les platico que es un ente lleno de sabor y ritmo en sus piernas, de vez en vez le da luz a su sedosa cabellera aplicando un cotorro mechón güero, cosa que lo hace ver más varonil que Fabián Lavalle, pero por extraño que parezca eso derrite a las rorras de Neza, Iztapalapa, Ixtapaluca, Chalco y 30 minucipios más del poblado Establo de México.
En fin, el punto es que generalmente acá su papaya guionera pues recibe el castigo del caprichoso mundo del espectáculo y no percibo varo por un tiempo, así que me veo en la necesidad de recurrir a mis cuates para realizar algo que vaya de acuerdo a mi carrera, el gran corazón de Penetrón se enteró de tan penosa situación y me dio un puesto digno, acorde a mis 4 años universitarios: jala cables en una fiesta de XV Años. Yo acepté porque 300 pesitos por 4 horas, alcohol gratis y tirar rostro haciéndonos pasar por trabajadores de la BBC era una idea seductora, pero no, ¡¡¡¡ohhh grave error!!! se convirtió en una de las noches más largas, penosas y pachecas de mi vida.
El trato estaba hecho, yo llegué en punto de las 4 de la tarde para grabar a la quinceañera, que parecía como si alguien hubiese levantado una piedra porque estaba bien araña la princesita, pero ella soñada con su vestidote rosa y su grosero escotote que dejaba al descubierto varios y muy finos chupetones que horas antes o en el ensayo algún chambelán fogoso le dejó ir. Y sí, ahí estaba el gran Danny Penetrón cerrando el trato con el señor padre del bello ejemplar autóctono que cumpliría sus 15 primaveras y que sería presentada ante los ojos de la siempre ruda sociedad, porque la festejada dejaba de ser niña para convertirse en toda una mujer; que dicho sea de paso y no es porque uno sea fisgón pero la quinceañera ya mostraba un misterioso vientre abultado, los padres juraban que eran los pambazos que horas antes repartieron a los invitados, y como la nena es de digestión lenta pos... Pero como bien diría mi amigo Hermilo: ""Excusa no pedida, culpa manifiesta" ¿me entendieron? o sea que los papás nomás le hacían al guey porque la nena tenía de niña lo que yo de astronauta ¡nada!
Después de balconear a la nena, parlé un rato con el buen Penetrón, pa saber la logística de la grabación del evento, pero él que no se inmuta ante nada y ante nadie me dijo algo que dejaba ver la planeación de su trabajo: "Vamos a hacerlo como salga" ¡¡¡MADRES!!!! y para ponerle la cereza al pastel sacó una pinche cámara casera Hi8 para echarnos todo el pachangón. A mí ya me estaban sudando todos los orificios de mi cuerpo, y cuando digo todos son ¡ todos !, ya que en ese instante le sumé más estrés a mi sábado laboral al enterarme que el papá de la chamaca era policía judicial ¡¡ o que la chingada!!
En fin, yo de jala cables pasé a camarógrafo, después realizador y hasta finalizar como productor, porque el buen Danny se transformó en el RP de nuestra empresa fantasma, en pocas palabras le valió reverenda chichi la grabación y empezó a socializar.
En la Iglesia no hubo tanto pedo, yo me encomendé a todos los Santos ahí venerados y agarré como tripié la fuente en donde el Padrecito bautiza, y como la cosa no era bautizo si no XV años pues sin problemas, el problema comenzó cuando llegamos al salón de fiestas, un salón que como todos es oscuro y más de noche. Entonces el buen Penetrón al ver que la lamparita de la cámara no alumbraba ni madres, nos fuimos corriendo a una tlapalería en pleno sábado y a las 8 de la noche, una cosa bien divertida, buscábamos la iluminación mientras que en la fiesta la quinceañera ya había cumplido los 16, una verdadera pena.
Regresamos al Salón de Fiestas, para el mejor momento de la noche: El vals de la nena, que interpretado bajo la melosa y choteada "Tiempo de vals" de Chayanne, la festejada pasó al centro para abrir pista con su orgulloso padre, que ya emanaba de su boca ese singular tufo a Bacardí, le siguió el padrino, que ayudado por unos primos logró terminar su penosa participación bailando 3 segundos con su ahijada, para después caer como costal de papas contra el suelo, de ahí se vinieron todos los Gómez, Hernández, Bolaños, Sánchez y demás familiares que celebraban gustosos a la nena que no dejaba de llorar, no por la emoción, si no porque el papá de su hijo ¡¡¡ perdón!!! uno de sus chambelanes no pudo llegar a tan magno evento.
La intensidad de la noche subió cuando los chambelanes hacían todo su show con la quinceañera, todos como magos disimulaban a la perfección las fajas de cargador que traían, digo, por pura seguridad, no vaya a ser que en pleno bailongo a uno se le bote el ombligo por cargar a la damita. Ya para cerrar con broche de oro todo el dancing que la nena preparó a sus invitados, la ternurita tuvo el tino de sorprender a sus papis vestida, o desvestida, como Ninel Conde y Niurka, pasando por Liz Vega y Maribel Guardia, una cosa digna del aplauso, claro, si es que se está en un congal, pero siendo una inocente Fiesta de XV Años la madre de la nena optó por irse al baño para no ver el desfiguro de su hija, al papá hasta se le bajó la peda y nomás veía con ojos de "te voy a matar" al pinche maestrito de baile; bueno con decirles que el padrino ya le estaba poniendo un billete a su ahijada, yo como ni era de la familia estaba feliz, por un rato se me olvidó que ni estaba grabando tan penoso show familiar.
Ya eran las 3 de la mañana, yo ya estaba hasta la madre de esa fiesta, que pa mi desgracia siguió hasta la casa del policía judicial, ahí para no hacerles el cuento largo pagué todas mis mentadas de madre y mala onda hacía los policías, porque entre copas y que eran un montón de gorilas judiciales se divertían haciéndome manita de puerco, sometiéndome contra la pared y aplicándome calzón chino, nomás porque ya estaban bien teporochos y yo representaba algo así como la botana del lugar, y usted se preguntará y ¿Dónde estaba Penetrón? Pues nuestro Mauricio Garcés del nuevo milenio, bailaba con dos rorras al mismo tiempo esa bonita y guapachosa melodía de los Angeles Azúles "Tiene espinas el rosal" tan bueno pa la guaracha es el Penetrón que las nenas hacían cola, y como en botica había de todo: casadas, divorciadas, viudas, la quinceañera, jotillos y solteras. Y mientras Penetrón danzonaba yo estaba en un rincón escondido de esos borrachos con placa de judiciales, recuperando mi dignidad y lo trozos de calzón que encontré botados por el patio después de 14 calzones chinos seguidos, hasta que una mujer de 35 años más o menos se me acercó y con cierta pena me preguntó: ¿Oye, Penetrón es tu primo?... Al final la inocente, esposa de uno de los judiciales, me pidió el teléfono de Penetrón, a escondidas, para que bailaran otro día, señora ¡ pécora!
Eran las 7 de la mañana del Domingo y por fin Penetrón se cansó de bailar con todas las invitadas, al verlo salir yo de inmediato salté como gato detrás de las cajas de cartón de Corona y a correr porque los pinches judas tenían cuerda para rato. Al final Penetrón jamás entregó el video de la fiesta, me pagó apenas 100 pesos y todavía yo puse los boletos del metro. ¡¡¡que grande eres Penetrón!!!
Si quieren saber más de las fabulosas y reales historias de Danny Penetrón escriban en éste blog o en @papayasjc . Mantengámos vivas las lecciones de un gañan con cara de galán.